sábado, 10 de junio de 2017

LA TECNOLOGÍA Y LA ESTIMULACIÓN TEMPRANA

la estimulación temprana es tal que se considera un requisito básico para el óptimo desarrollo del cerebro del bebé, ya que potencia sus funciones cerebrales en todos los aspectos (cognitivo, lingüístico, motor y social)
Nuestro cerebro requiere información que le ayude a desarrollarse. Su crecimiento depende de la cantidad, tipo y calidad de estímulos que recibe; las capacidades no se adquieren sólo con el paso del tiempo.


El bebé precisa recibir estos estímulos a diario, desde el momento de su nacimiento. Si recibe estímulos pobres, de una forma irregular o en cantidad insuficiente, el cerebro no desarrolla adecuadamente sus capacidades al ritmo y con la calidad que cabría esperar. 
Por otro lado, una estimulación temprana, abundante, periódica y de buena calidad nos garantiza un ritmo adecuado en el proceso de adquisición de distintas funciones cerebrales.
La estimulación temprana de los niños es más eficaz porque su cerebro tiene mayor plasticidad; esto hace que se establezcan conexiones entre las neuronas con más facilidad, rapidez y eficacia.
Esta estimulación de la cual se habla tanto, hoy en día se ve influenciada por la era de la tecnología en la que estamos viviendo.
Nuestros niños cada vez más están asiduos al mundo de los avances tecnológicos, desde el vientre materno la madre le brinda estimulación musical a través del celular, el componente o la computadora; es más usan modernos aparatos tecnológicos. todo esto va preparando al bebé, haciendo que desde su nacimiento ya se encuentre suficientemente estimulado tecnológicamente que luego se verá reflejado en la adquisición posterior de sus habilidades.
Un niño de 1 año y medio o 2 años puede manejar rápidamente un celular y localizar sus vídeos preferidos de cómicas o juegos, que una persona de 50 años; la cual le resulta casi imposible manejar ese aparato.
Es impresionante como un niño tan pequeño puede desarrollar estas habilidades como por intuición, como si ya vinieran con eso; por ello debemos aprovechar toda esta riqueza tecnológica para brindarle todo esos estímulos positivos que el niño necesita.
Siempre debemos vigilar como esta llegando esa tecnología al niño, sino esta siendo este aparato el que está absorbiendo al infante; porque ya aquí sería este un gran error, en vez de propiciarle buenos estímulos, estaríamos enganchándolos en esa red desde muy pequeños, haciéndose incapaces de desarrollar sus propias habilidades, de engranar su conocimiento, el juego, las destrezas motoras, el análisis, memoria y la capacidad de afectividad y socialización.
 En general la tecnología es muy buen estímulo para ampliar el aprendizaje de los niños, pero son los padres, maestros, cuidadores y todos los que le atiendan, son los que están bajo la responsabilidad de supervisar y establecer el límite y autoridad, de lo que realmente esta estimulando el cerebro y las capacidades en todas las áreas de desarrollo del infante.